Por: Lic. Rocío Gómez.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Así era Tlaltenango

Testimonio de Maximino Vásquez (Habitante originario de Tlaltenango)
Resumen de su participación en la Lornada de Reflexión Histórica el día 29 de octubre de 2011
 
Foto proporcionada por Martín Piédrola Vargas
  Tengo un terreno grande que quiero vender, de cuatro mil metros en la Pradera, pero tuve un pleitazo con CORETT, quien me decomisó dos mil metros a la mala, el comisariado y su mamá se vendieron. 
Mi papá era Ángel Vásquez, mi mamá era Virginia Olivares. Voy a hablar del movimiento de la fiesta, cuando empezó y todo. Por el año de 1945, yo tenía la edad de 9 años, se hacían las fiestas del pueblo, con gentes que venían de todos los municipios de Cuernavaca, hacían sus moles aquí mismo para vender con la gente que venía de la ciudad de Cuernavaca.  En la carretera, cuando era doble sentido, había tres árboles.  En la parte norte un fresno, en medio un sabino y también se contaba con dos fuentes de agua. En una estaba un monumento de Emiliano Zapata.   En al año 1950,  sacaron los panteones  del atrio de la iglesia y también había panteones en el atrio de San Jerónimo, había un tanque de agua, afuera de la casa del Sr. Chano Vargas. Conocí la escuela 18 de marzo en estado colonial en el año 45, cursaba el cuarto año de primaria. La directora era Carmen Bolaños Cacho y José Luis Bolaños Cacho, eran de Guerrero.
Cuando se repartió la colonia Jiquilpan, en el 38, fue cuando le dieron a todos los del pueblo. Los que querían.  Tenían que dar cien pesos a la iglesia, sí vendían el terreno. La mayoría los vendieron. El primer comisariado fue Filomeno Torres. 
El ingenio más viejo fue el que estuvo aquí, en los Zanates.  La otra parte está en la 18 de marzo y la otra parte está en Buenavista en la salida, hay un chacuaco. Las autoridades la han regado muy feo, no han administrado como es debido. Pero el pueblo es una cosa malísima. Este pueblo ha caminado mal. Anteriormente la iglesia la mandaba el pueblo, no la mandaban los padres.  Si este pueblo caminara como Chipitlán, sería otra cosa, hay un montón de problemas. Tengo un terreno grande que quiero vender, pero me lo decomisó CORETT a la mala.
En el 50 quitaron todos los panteones de alrededor porque los “delincuentes” los estaban sacando, sirven para hacer cosas malas. Entonces, por eso tomaron la decisión de sacarlos y  lo fueron a meter detrás  de la Virgen. Yo estaba pequeño. […] Me decían:- Ve a cerrar la iglesia.- No, hay un montón de muertos adentro-, respondía. Ya después los sacaron y los enterraron ahí donde está la palma y la otra parte la enterraron donde está la ….. Ahí sacaron dos embalsamados que encargaron a un señor que se llamaba Felipe.

Foto proporcionada por Martín Piédrola Vargas


                                                                       






Toto proporcionada por Cesáreo Alvear Camacho










Foto proporcionada por Cesáreo Alvear Camacho

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